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miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Dónde está Dios? Reflexión para la Semana Santa

¿Dónde estás Dios mío? ¿Dónde buscarte?

En estas fechas que se aproximan, y más en esta bendita tierra de María Santísima que me vio nacer, como es mi queridísima Sevilla, es difícil encontrarte…

Sé perfectamente tu respuesta:

-       No, no es difícil… es fácil, muy fácil… tan fácil como siempre.

Y… ¿por qué digo esto?

A partir de mañana, numerosas cofradías procesionarán por las calles de nuestra ciudad, y en ellas podremos ver numerosas representaciones de momentos de la pasión de Cristo e igualmente numerosas representaciones de nuestra Madre, la santísima virgen María, en su dolor por haber perdido, y de qué manera, a su hijo.

Pero yo quiero compartir con vosotros la siguiente reflexión:

Cuando vemos un paso, ¿Dónde realmente está Jesús? Si buscamos a Jesús… ¿Dónde podemos encontrarlo?

La respuesta es sencilla, y la sabemos todos….

Porque Jesús no va encima del paso, no… Jesús no es una figura de madera, no… Jesús está presente… muy presente… pero en cada persona que está a nuestro lado.

No sé si esto le sorprende a más de un capillita (entre los que me encuentro), pero muchas veces he pensado que Sevilla, en Semana Santa, se parece al pueblo de Dios adorando al becerro de oro, sin saber que Dios no se encuentra en un trozo de madera, sino en el corazón de todas las personas.

Y si le preguntáramos a Dios: ¿Qué quieres de mí en esta Semana Santa?

¿Creéis que su respuesta sería algo así?

Vístete de nazareno, haz penitencia, quiero que acabes con los pies hinchados de andar, quiero que me ofrezcas tus sacrificios…

¿O su respuesta sería más bien otra?

Quiero que estés pendiente de las personas que te necesitan, quiero que ayudes en todo lo que puedas a tus padres, quiero que intentes hacer feliz a los que te rodean, quiero que compartas lo que tienes con los demás…

Pensadlo…

Y que esta semana santa nos sirva a todos para encontrarnos con el verdadero Jesús… con aquel que tiene hambre y le damos de comer… con aquel que tiene sed y le damos de beber… con aquel que está desnudo y le vestimos, con aquel que está enfermo o en la cárcel y vamos a visitarle…

Que la Semana Santa nos sirva para reflexionar todo esto y si, contemplar una imagen donde el sufrimiento de Jesús, que dio la vida por nosotros, nos ayuda a poner los pies en el suelo y a rezar por todos, pues bendito sea Dios.

Os deseo una Feliz Semana Santa a todos y una mejor Pascua de Resurrección.

Padre Nuestro…

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