BUENOS DÍAS…
El tiempo de Cuaresma
sabemos que nos invita a la reflexión. Una reflexión que debe conducirnos a
mejorar, a ser más humanos y a comprometernos más con el proyecto de Dios para
nosotros. Esto requiere un tiempo de interioridad que nos ayude a conocernos
mejor; momentos de oración y de encuentro con nosotros mismos y con Jesús en su
camino hacia la Pascua.
Pero no podemos
quedarnos en la contemplación, sino que esta experiencia debería impulsarnos a
brillar con más intensidad, tratando de dar luz a los que nos acompañan en la
vida. No podemos guardarnos nuestras fortalezas para nosotros. Jesús nos lo
explicó en la parábola de los talentos:
MATEO (25, 14-30)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje,
llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco
talentos de plata; a otro, dos; a otro, uno; a cada cual según su capacidad;
luego se marchó. (El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con
ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En
cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su
señor.)
Al cabo de mucho tiempo volvió el
señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se
acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó los otros cinco,
diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros
cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y
cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al
banquete de tu señor."
Se acercó luego el que había
recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejase; mira, he
ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel
y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa
al banquete de tu señor."
Finalmente, se acercó el que
había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que
siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a
esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo."
El señor le respondió: "Eres
un empleado negligente y holgazán ¿Con que sabías que siego donde no siembro y
recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para
que al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento
y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero
al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil
echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de
dientes."».
Decimos a veces:
“este tiene talento”, “le sobra talento”, “es un talento”, “tú sí que vales”...
¿Qué queremos decir?
¿De qué cosas eres capaz? ¿Cuáles son tus cualidades? ¿Has descubierto con
sorpresa alguna vez que eras capaz de hacer algo que parecía imposible?
Desarrolla tus TALENTOS...¡Ponlos al
SERVICIO de los demás!
Quiero servirte en
los demás, Señor.
Quiero entregar mi vida
y lo mejor de mí,
para el servicio a los que me rodean.
Quiero entregar mi vida
y lo mejor de mí,
para el servicio a los que me rodean.
Muéstrame los caminos
de la solidaridad.
Llévame por la huella de la compasión.
Condúceme al horizonte del amor eficaz.
de la solidaridad.
Llévame por la huella de la compasión.
Condúceme al horizonte del amor eficaz.
Dame tu mano, Señor,
y guíame hacia donde me necesiten.
y guíame hacia donde me necesiten.
Te ofrezco mi tiempo,
mi esfuerzo,
mis ganas de dar y de darme.
mi esfuerzo,
mis ganas de dar y de darme.
Quiero seguir tu
ejemplo,
ser capaz de dar todo por los otros.
ser capaz de dar todo por los otros.
¡Esta semana
harán los buenos días los alumnos de 1ºESO A. Esperamos vuestra reflexión!
Por cierto,
este sábado volvemos a ir a las Hermanitas de los Pobres. Los interesados/as,
podéis recoger la hoja de autorización en mi despacho en el recreo.
Que tengáis un feliz
día y una estupenda semana.
PASTORAL
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