El optimismo es la tendencia a ver y a juzgar
las cosas en su aspecto más positivo o más favorable. En general, nuestra
acciones influyen en el resultado de lo que nos rodea, por eso, tenemos que
tener cuidado con el optimismo mal entendido, que es esperar que las cosas
saldrán bien o simplemente como esperamos sin ningún esfuerzo por nuestra
parte. Por muy optimista que sea no hablaré inglés si no dedico tiempo a
aprenderlo y practicarlo.
Dejar que os cuente una historia, una que
ocurre en cualquier colegio o instituto, entre chicos como vosotros. Había un
chico que desde primaria estudiaba todos los días, se organizaba las tareas y
hacia esquemas, sus notas reflejaban ese trabajo y eran notables. Cuando llego
a secundaría continuo con esa forma de trabajo, esfuerzo y motivación. Con él
había unos cuantos compañeros, que podríamos llamar, pesimistas. Cuando les
contaba su forma de trabajo, se reían de
él, y le decían que en secundaría las asignaturas eran muy difíciles, que por
mucho que estudiara no sacaría buenas notas.
Desde entonces, cuando estudiaba, no para de
repetirse, una y otra vez, si su esfuerzo merecía la pena, si era tan difícil,
por mucho que hiera no sacaría el resultado positivo. Sus notas empezaron a
empeorar e incluso suspendió alguna que otra asignatura.
Llego un día que busco a sus compañeros
pesimistas y les dijo: “teníais razón, Secundaría es super complicado”
Si nos programamos para fracasar, fracasaremos. Si
nos mentalizamos para ganar, ganaremos. No sigamos hablando de dificultad.
Hablemos sólo de hacer nuevos proyectos y buenos trabajos. El optimismo es el
valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y
perseverancia. Confiamos en nuestras capacidades y nuestras posibilidades.
Encontramos la parte positiva en las personas y en las circunstancias.
¡Nosotros elegimos!
Buenos días a todos.
Fernando Rodríguez Pereira
No hay comentarios:
Publicar un comentario